Algunos podemos ser dragones buenos, otros pueden ser malos y poderosos con una gran fortuna, que si alguien la roba, tendrá muy mala suerte.
Estas historias cuentan que los dragones damos buena suerte, aunque en otras dicen que somos devoradores, agresivos y destructivos.
Pero esto no importa, porque también hemos sido símbolo de grandeza, de inteligencia, magia y poder.
Son por nuestras distintas características que tenemos distintos nombres, y que a continuación vamos a investigar.
Dragón europeo: Vivo en las montañas, tengo púas gruesas y afiladas en la espalda y mi cola parece tener una flecha en la punta.
Puedo ser de color rojo, verde, negro o dorado; con cuatro patas, dos alas y garras. Mi alimento son: las vacas, ovejas, cabras, y caballos .
Puedo medir hasta 14 metros de largo y 5 metros de altura.
Dragón de las nieves: Tengo un cuerpo muy fuerte y una cresta de púas que va desde mi cabeza hasta la punta de la cola.
Soy blanco con destellos azules o rosados y mis escamas tornasoladas.
Tengo cuatro patas y dos potentes alas. Como orcas, osos polares, calamares gigantes, morsas y leones marinos.
Vivo en los polos y puedo medir 12 metros de largo y 4 de altura.
No se vayan todavía aún hay más......
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